He estado un poco obsesionada con hacer sopas últimamente. Bueno, no se si obsesionada o simplemente buscando opciones saludables y rápidas para hacer de cena ¡Verdaderamente con mi embarazo mis niveles de energía no son lo que solían ser! Mirando el lado bueno, he estado experimentando con nuevas recetas de sopa aprobadas por balanced husband y balanced baby (Espero que le gusten mis sopas cuando nazca!).
Las sopas caseras vienen con un montón de beneficios saludables, tales como:
Aumento de la ingesta de vegetales:
La American Heart Association recomienda comer 8 o más porciones de vegetales al día, es decir, entre 4 y 4 taza y media. Seamos realistas, esto no es fácil de lograr y una buena sopa de verduras puede ayudarnos con ese objetivo.
Aumento de la ingesta de nutrientes:
Una sopa es como una inyección de multivitaminas y tu cuerpo te lo agradecerá.
Te llena:
Te mantienen lleno sin exceso de calorías. Si eres como yo, entonces te comes una sopa como un aperitivo y cuando viene el plato principal ya estás casi lleno, y lleno de verduras.
Para esta receta en específico quiero destacar los beneficios de los espárragos, el vegetal flaco que de hecho te puede hacer mas flaco. Me encanta todo sobre ellos, todo menos el olor de el orine después de comerlos jaja.
- Tienen una tonelada de nutrientes incluyendo folato (atención a los amigas embarazadas), vitaminas A, C, E y K. También son altos en cromo un mineral que ayuda a que la insulina transporte glucosa en nuestras células.
- Nos protegen contra el cáncer porque son ricos en glutation, un compuesto de desintoxicación que ayuda a descomponer los radicales libres que causan cáncer.
- Protejen nuestro cerebro. El folato en ellos junto con la vitamina B12 encontrada en otros alimentos ha demostrado para prevenir el deterioro cognitivo y aumentar la flexibilidad mental.
- Es un diurético natural. Esto es especialmente importante para las personas que sufren de edema e hipertensión. Si usted se está preguntando por qué el olor del orine cuando se consumen, es porque contienen un compuesto sulfúrico que cuando se metaboliza causa ese olor. Sin embargo, no es perjudicial.
- 1 libra de espárragos (con 1” del tallo eliminado)
- 1 chalote medio cortado en rodajas
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo en rodajas
- 1 taza de caldo de verduras
- 2 tazas de agua (más si es necesario)
- 3 tazas de espinacas
- Jugo de 1 limón jugoso grande
- Sal al gusto
- Precaliente el horno a 350F.
- En un recipient de hornear coloca los espárragos junto con los chalotes, el aceite de oliva, 1 diente de ajo, y la sal al gusto e introducer en el horno durante unos 25 minutos.
- En la estufa, calienta el agua con el caldo hasta que esté caliente, agregue la espinaca por sólo 2 minutos hasta que se ablande.
- Transfiere la mezcla de espinacas con caldo y agua en la licuadora junto con los espárragos con los chalotes, el jugo de limón, el diente de ajo extra y la sal al gusto y mezcla hasta que tenga consistencia suave y cremosa.
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